Page 12 - revista 2019
P. 12
Revista de la Facultad de Ingeniería, Año 6, Número 1
que genera a la empresa y, por ende, igualmente serán mayores las oportunidades de
desarrollo futuro.
“Uruguay Logístico”
Como hemos podido apreciar debemos tener muy en claro que no podemos
considerar a la actividad logística como una isla dentro de la empresa ni en el país y,
mucho menos aún, si nuestro objetivo último es consolidarnos como un “Uruguay
Logístico” .Esto nos obliga a unir sinergias debido a que esta actividad no permite la
independencia de los eslabones que conforman la Cadena de Suministros: concatenar
las empresas del sector, con sus particulares perfiles, al resto del aparato productivo
del país. O dicho de otro modo: es condición sine qua non entrelazar las empresas y
los organismos del propio Estado en la búsqueda mancomunada de un cliente al cual
satisfacer que es el principal motivador y quien debe convertirse en el centro de
nuestros desvelos.
Entonces, cuando hablamos de transformar nuestros puertos o aeropuertos en
verdaderos centros de distribución logísticos, debemos entender que realizaremos
actividades que involucran la transferencia de información, la integración de procesos
y, sin duda, el uso de finitos recursos. Esto permitirá disponer, en las condiciones
previamente pactadas, del producto demandado por el cliente final, en los niveles de
cantidad, calidad, lugar y valor justo que son los que lograrán su tan buscada
satisfacción. Esto requiere tener bien presente que, en este mundo globalizado, al
igual que nosotros, otras cadenas estarán compitiendo, buscando consolidar un
nicho en el mercado de los servicios.
Como no puede ser de otra manera, la logística necesariamente tiene que tener un
carácter integrador: es parte de un sistema mucho más complejo que ya hemos
mencionado y que denominamos Cadena de Suministros (CS). Esto nos obliga a
romper antiguos y dañinos paradigmas tanto al interior de cada empresa como entre
ellas puesto que sólo tendrán éxito si se complementan para superar o vencer esos
escollos que son más mentales que materiales. Sólo así podremos avanzar
mancomunadamente públicos y privados hacia el fin de concretar el proyecto de un
país que quiere transformarse en un “Hub Logístico”. No se concibe una cadena cuyos
eslabones no compartan las fortalezas y entiendan las peculiaridades de cada
integrante, transformando estas últimas en sinergias en bien de la propia empresa y
del proyecto en general.
La logística moderna dista entonces de ser una actividad cerrada. , Por el contrario,
busca unir esfuerzos en busca de un bien común y es por ello que hemos pasado de
una logística de feudos- donde cada empresa cuidaba su parcela conquistada- a un
sistema colaborativo entre, conformando una Cadena de Suministros o, aún más, a
un sistema complementarista como el CPFR (Collaborative Planning Forecasting and
Replenishment), que aún pocos han alcanzado todavía. Estos nuevos sistemas tienen
como objetivo final dar respuestas a un mercado más globalizado y competitivo,
donde las empresas de diferentes partes del orbe buscan mercados donde colocar
sus productos que están en los lugares más recónditos. ¿Cuándo hubiéramos
pensado poco tiempo atrás que tendríamos en nuestras góndolas mates fabricados
en Asia o pastas secas de Vietnam?
Las economías y culturas más avanzadas han aprendido que, en el mundo actual, la
lucha no se libra entre empresas, no se trata de un puerto contra otro. Es más que
eso, es la feroz lucha entre Cadenas de Suministros buscando cual es más eficiente y
cuál de ellas satisface de mejor forma al cliente.
Esta concepción moderna de la logística presenta una integración aguas arriba y
abajo de la Cadena de Suministros: esto quiere decir que los proveedores de mis
11