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Revista de la Facultad de Ingeniería, Año 7, Número 1
No obstante lo expresado, no existen suficientes estudios relacionados a los efectos
del uso de frecuencias milimétricas en telecomunicaciones. La banda de frecuencias
de 26 GHz, ya utilizada por los scanners de los aeropuertos, se distingue de otras
bandas por la escasa profundidad de penetración en el cuerpo humano. Dicha banda
tiene una penetración muy débil, del orden de 1 milímetro, y el 99% de estas
radiaciones son absorbidas por la piel. Las simulaciones disponibles permiten
presagiar bajos niveles de exposición. Los movimientos anti-5G plantean aplicar el
principio de precaución y retrasar el uso de estas frecuencias hasta tanto se
determine su inocuidad.
No obstante, de acuerdo a la opinión de numerosos especialistas, no son las ondas
emitidas por las estaciones base 4G o 5G las que podrían resultar más perjudiciales
para la salud, sino aquellas emitidas por los propios celulares.
Las radiaciones emitidas por los teléfonos inteligentes resultan ser del orden de 100
a 1.000 veces más elevadas que las de las antenas repetidoras.
Evitar mantener el celular cercano o en contacto con nuestro cuerpo durante largos
períodos no deja de ser una buena medida de cautela y un buen consejo a seguir.
b) Guerra comercial y ciberseguridad
La tecnología 5G forma parte de una guerra comercial que está enfrentando a los
países. China, está compitiendo y confrontando a Estados Unidos. Ambos países
tienen intereses comerciales muy importantes. Australia y Reino Unido, junto a
Estados Unidos, han tomado acciones para restringir o prohibir equipamiento chino
en sus respectivas redes 5G, argumentando riesgos de espionaje. El comité de
defensa del parlamento británico ha publicado un informe en Octubre de 2020
indicando que hay clara evidencia de asociación entre la empresa Huawei y el
gobierno de China. Otros países se han sumado a este boicot. Recientemente, el
operador China Mobile ha decidido en contrapartida restringir el equipamiento de
Ericsson en sus redes.
Por otra parte, un factor adicional de preocupación son los riegos a la ciberseguridad
con posible afectación de infraestructuras críticas a nivel de los países, como ya ha
ocurrido con el ataque a la red de oleoductos de distribución de combustibles
“Colonial Pipeline” en Estados Unidos. Como toda nueva tecnología, las redes 5G van
a ser ciertamente blanco de numerosos ataques. Ya se han descubierto algunas
vulnerabilidades que hubieran podido provocar ataques de Denegación de Servicio
(DoS), en particular a la segmentación de la red. Esta situación está impulsando la
creación de redes 5G privadas, que permiten utilizar esta tecnología de forma aislada,
sin conexión a Internet.
c) Medio ambiente
Las redes 5G son más eficaces del punto de vista energético que sus antecesoras. Su
consumo de energía por bit es el 1% del consumo de las redes 4G. Con el mismo
consumo de energía, la tecnología 5G puede transmitir mayor cantidad de datos, a
mayor ancho de banda y con menor latencia.
Sin embargo, un equipamiento 5G consume 3,5 veces más energía que uno 4G (a
potencia máxima). Y el consumo de datos móviles está en plena expansión.
Principalmente debido al auge del “streaming” de video, a partir del año 2016, se ha
triplicado dicho consumo. La tecnología 5G seguramente va a acentuar este
fenómeno. Según la empresa Ericsson, un usuario de cada cinco va a consumir 200
GB. de datos por mes a partir del año 2025.
Otro inconveniente para el medio ambiente lo constituye la necesidad de reemplazar
nuestros celulares para poder hacer uso de los servicios 5G. Esto implicará la
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